La familia cercana comienza con las sugerencias, los libros de nombres se consultan una y otra vez, los acuerdos hasta llegar al gusto de ambos padres y por fin surge el nombre: Verónica.
Los años pasan y por la vida camina una niña conocida como "Vero", "Verito", "Very"; aquel nombre designado ahora genera cierto temor en ella porque sabe que cuando comete un error o alguna travesura sus padres enojados gritarán "Verónica".
Esto sucede muy a menudo y le damos poca importancia, sin embargo en estos tiempos en que nuestra vibración debe mantenerse muy alta para poder fluir con el movimiento en el mundo y evitar que aquellos sucesos negativos nos atrapen demasiado tiempo, el nombre resulta muy importante.
Nuestro nombre es también una vibración que evoca a nuestra esencia, la parte más pura, sabia y poderosa que habita en nosotros, la que en realidad puede guiarnos y llevarnos a encontrar aquello para lo que venimos, la que al manifestarse es capaz de cambiar lo externo para despejar los caminos y vencer cualquier obstáculo que se presente.
Este es el tiempo de que te llames como debes llamarte, quizá el nombre que te pusieron no sea el que sientes como tuyo, no te produce nada, quizá existe alguno que en verdad te agrade, incluso un seudónimo o apodo, a pesar de que tus documentos "oficiales" digan otra cosa, comienza hoy a usar el nombre que evoca lo mejor de ti, aquel que sientes como un impulso muy dentro de ti.
Un semáforo en rojo, personas pidiendo unos pesos, vendiendo chicles, queriendo limpiar el cristal y tu cabeza no para de moverse: "No, no, no", el reloj pareciera no comprender que tienes que llegar a tiempo y que estás atorado, sigue minuto a minuto, el avanza pero tu no.
Arrancas en cuanto la luz cambia y frenas de inmediato porque alguien con más prisa se pasó la luz roja y casi colisiona con tu auto, menos mal que estás despierto, reanudas la marcha gesticulando y maldiciendo, que inconsciencia...
Has llegado a la oficina, tu escritorio refleja la cantidad de trabajo que tienes, es demasiada carga, además nadie respondió cuando dijiste "Buenos días", caras malhumoradas y otros compñaeros que ni siquiera voltean, el café parece del mes pasado por su mal sabor.
¿Cuándo sucedió esto? ¿En qué momento caíste en vivir así? ¿Y ahora cómo salir de ello?
A lo lejos escuchas un sonido que cada vez se hace mas fuerte... "bip, bip, bip"... apagas el despertador, el sol entra por tu ventana, das un gran respiro y ¿qué haras hoy diferente?
Mundos van y otros vienen en forma de personas, de situaciones, de retos y cambios, algunos chocan y se impactan contra otros mientras que algunos más se alinean armoniosamente.
Eres tú uno de estos mundos que pueden colapsar o encontrar su propia órbita para girar en armonía con el Universo, formando parte de todo y el todo formando parte de ti, tú en él como él en ti.
Un mundo enfermo y cargado de tristezas, dolores, heridas y miedos termina por perder el rumbo y vagar por el espacio hasta que cruza el camino de otro igual, más no siempre el resultado es la destrucción porque de esta explosión puede generarse una nueva estrella que brille con más luz.
Sin embargo en este tiempo el aprender mediante choques contra la vida y los demás es ya inadecuado y pasado, son muy pocas las ocasiones en que se sale victorioso porque cada vez más esta manera de encontrar el brillo funciona menos.
Hoy se trata de descargar todo el equipaje, por completo, ya no solo lo podrido, sino también lo aprendido, lo benéfico, lo que ha ayudado a crecer porque a fin de cuentas ya has crecido.
Un mundo vacío de todo es un mundo dispuesto a llenarse por completo, a renovarse y crear nuevas formas de vida para orbitar en equilibrio, en armonía sin necesidad de más choques y recibiendo una enorme evolución en lo que se crea.
No más pasado, no más futuro, solo Hoy por Hoy.
Lo que vivimos siempre es aprendizaje, todo está hecho para hacernos crecer y mejorar, pero depende de nosotros que esto sea así y no al revés, aunque tenemos la tendencia a precisamente caer en lo contrario y sentirnos pequeños y derrotados.
Generalmente creemos que estamos haciendo lo mejor, dando todo de nosotros mismos y que aun así, la vida y los demás insisten en vernos derrotados, cuando caemos en esta creencia estamos perdidos ya que será difícil ver nuestra realidad.
Puede ser que actuemos con la mejor disposición pero esto no basta, hay que insistir día tras día, hacer a diario pase lo que pase, cuando eres fiel a tu corazón es necesario seguirlo a pesar de lo que suceda afuera.
Pero también es muy importante que observes la realidad de lo que estás haciendo, no solo en los hechos, sino con tus pensamientos y palabras; los pensamientos van formando implantes en ti, es decir, "programas" que van quedando instalados en ti de forma muy profunda, así que si acostumbras pensar que la vida no te da lo que quieres, que no encuentras soluciones, que nadie te aprecia: entonces eso es lo que estás grabando en ti y eso demuestras al mundo, es algo que se percibe en ti como si emitieras ondas con ese mensaje.
De la misma manera, tus palabras tienen más poder del que crees ya que van creando decretos que se cumplen al pie de la letra, si tienes la costumbre de quejarte, de decir que "no tienes suerte, que no hay dinero, que te sientes mal, que eres un mediocre y tonto"... imagina que sucede entonces.
Si te das cuenta para que las cosas funcionen y fluyan mucho más hay que poner atención y manejar bien tres aspectos (una trinidad creativa): tu actitud al hacer las cosas, sea lo que sea hazlo con amor; tu pensamiento hacia ti mismo y hacia el mundo: siempre piensa lo mejor, los avances y metas; las palabras que diriges a las cosas, las personas y tu propia existencia: habla solo con la verdad y alienta en lugar de subestimar o quejarte.
Tenemos todo para triunfar, tan solo se trata de enfocarnos y accesar a las formas que nos pemiten desarrollar el potencial que tenemos, pero ellas se encuentran en nosotros mismos, una vez que comencemos a dejar salir esa potencia, entonces impactaremos lo que nos rodea y todo se acomodará.
Recordemos que la información más alla de ser poder, es Luz. Una persona informada es una persona que va educándose, aprendiendo y encontrando maneras de actuar frente a los retos de la vida más allá de solo reaccionar o sentir miedo por lo que suceda.
Internet ha comenzado a lograr algo que no se pensaba: Unir a un mundo desunido. Hoy resulta más sencillo compartir con los familiares y amigos lejanos aquello que vamos viviendo a través de las redes sociales, fotografías, videos, chats; también ahora podemos conocer personas que se encuentran a miles de kilómetros y al paso del tiempo con una convivencia diferente a la que se da cara a cara, pueden surgir fuertes lazos de amistad.
Lo principal es que también podemos buscar y encontrar toda clase de información que deseemos, incluso de los temas más "locos" que se nos ocurran, es sorprendente ver que aquello que pensabas que no existía no solo existe, sino que muchas personas también lo saben.
Aquello que sucede en el mundo es también un espejo de nosotros, de lo que llevamos dentro.
Así que imagina que en tu propia vida, en tu mente, cuerpo, corazón y espíritu también existe una red todavía más poderosa que internet, en dónde es preciso comenzar por adquirir la "computadora" que te de el acceso a esta red, conectarla y comenzar a navegar por toda aquella información que existe dentro de ti.
Unir las partes de tu propio rompecabezas, encontrar esa Luz que te provea de respuestas a preguntas que siempre te has hecho podrá otorgarte el actuar de una manera más verdadera, más leal a ti mismo y por lo tanto te dará el poder de darte cuenta que eres responsable de tu camino, de tu bienestar, así de esta forma todo lo que te rodea se irá iluminando. Ábrete a tu propia red de información tanto como lo haces al Mundo.
¿Te pasa a ti? ¿Lo has observado? De pronto pareciera que los animales van perdiendo el temor a los humanos y se acercan mucho más que antes, más no de forma agresiva, ellos no agreden como nosotros porque sí, el acercamiento es como curioso, juguetón, incluso de pronto pareciera que intentan comunicarse, decirnos algo o en algunos casos es como si velaran por nosotros o nos acompañaran.
Es preciso darnos cuenta de que nuestro mundo sí esta cambiando, no nos damos cuenta porque insistimos en hacer lo mismo de siempre, de la misma forma, mirando hacia los mismos objetivos e igualmente sin importarnos nada más que nosotros mismos. Continuamos buscando todo lo que está mal, algo de que quejarnos para poder excusar lo que nosotros mismos hacemos o dejamos de hacer, por ejemplo "la falta de oportunidades generadas por la crisis"; y te digo ¿que pasaría si el tiempo que se pierde en una queja se ocupara en buscar formas más creativas de lograr salir de un problema? incluso ¿que pasaría si en lugar de la queja agradecemos lo que hay y buscamos unirnos con otros para hacer algo más grande que nos permita lograr las cosas?
Muchas puertas se están abriendo y si no comenzamos a caminar hacia ellas para comenzar a atravesarlas, cada día podría suceder que las cosas se apretaran más de lo que ya están, aunque no sepas de que puertas se trata tan solo procura hacer las cosas de diferente forma, innova hasta en el más pequeño detalle y te darás cuenta de que algo cambia.
No suelo soñar o recordar lo que sueño, pero cuando sucede sé que es por algo de importancia; en mi sueño me encontraba en una casa en un estado de remodelación, todo era un desorden, estaban cambiando los pisos, personas acomodaban muebles y parecía ser un caos, aunque en realidad, se sabía que tan solo se estaban arreglando para mejorar.
En el sueño también frente a mis ojos, muy cerca de mi rostro apareció un colibrí en una tonalidad rosa que iba desde el tono más tenue hasta el más intenso con algunos matices de azul en las alas, volaba frente a mi y yo le hablaba, aleteaba contento y se marchaba.
Momentos después aparecía toda mi familia llevando platillos como preparando una gran comida, desfilaban por la entrada padres, hermano, tíos, primos, sobrinos, todos comentando algo típico en ellos, como si fuera una recopilación de las frases que identifican a cada uno.
Desperté contento, fue un gran sueño y de acuerdo a lo que siento como verdadero, sé que vienen grandes cambios en mi vida, se están remodelando muchas cosas desde la "base", el suelo para que el hogar sea aún más mágico, lleno de un amor grandioso e incondicional como lo marca el tono rosa y el colibrí, y por supuesto con la familia, que aún en la distancia, nos veamos poco o mucho, son los seres que siempre han estado, están y estarán para acompañarme en este viaje llamado vida.
¿Y tú, que sueñas?
Cuando vamos pasando los días cayendo en una monotonía en dónde todos los momentos parecieran ser iguales generalmente dejamos de soñar y nos olvidamos de esos sueños que siempre tuvimos, le quitamos con ello la fuerza a lo que deseamos y poco a poco nos conformamos con que nunca sucedan.
Esto, sin casi darnos cuenta tiene un efecto en nuestra forma de actuar, vamos ya caminando sin ánimo, sin dar todo lo que podemos, haciendo solamente lo mínimo aunque síntamos que pasamos el día con el mejor de los humores, e incluso, no damos más pasos de los que pudieran darse porque con cumplir lo necesario "está bien".
Desde que llegamos al mundo merecemos un sínfin de Bendiciones, de gozo al vivir, de disfrutar de muchas cosas, pero la abundancia se encuentra en tan solo unos pocos que han sabido sacar provecho del temor y la creencia en las necesidades de la mayoría, sin embargo, todos tenemos abundancia, todos podemos acceder a ella en cualquier sentido y uno de los primeros pasos es no dejar que la monotonía te venza, no permitas que la costumbre sea más fuerte y que tus sueños se apaguen.
Ahora imagina que cada día más de lo que se te pide, sea en tu trabajo o en esos sueños que no realizas aún, haz un poco a diario, no es necesario que logres todo rápido, un poco a la vez, pero siempre, todos los días.
Haciendo cada día aquello que es verdadero en ti es la manera más rápida de que el universo conspire para traerte lo que mereces y vas ganando, comienza desde hoy.
En realidad, el cielo o el infierno son estados del Ser, formas en que decidimos vivir y sentir; podemos existir en una gran paz que lo llene todo, en un amor sublime y grandioso que se expanda a lo que nos rodea, o podemos también vivir en una angustia que no termina, en desconfianza, miedo constante, indecisión y apego por todo lo demás, dando así poder a las cosas y personas sobre nosotros mismos.
Lo que conocemos como pecados son desatinos, es no dar en el blanco, cometer un error... pero un error siempre puede repararse y no nos condenamos por errar, solo tenemos la oportunidad de comenzar de nuevo, de intentarlo otra vez y depende de nosotros corregir y aprender o continuar en la necedad de caer y caer de nuevo, cada vez más abajo.
Una tentación en realidad es como caminar distraídamente, sabemos lo que queremos de nuestra vida, en nuestras relaciones, en el trabajo, la manera de sentirnos, los deseos que tenemos; de pronto encontramos la manera y comenzamos a andar pero unos pasos adelante se nos presentan paisajes hermosos que nos invitan a descansar, senderos que prometen acortar el camino, vehículos que podrían ayudarnos a avanzar más rápido... a veces son ciertos y muchas otras nos devuelven más atrás de donde comenzamos, estas suelen ser las tentaciones.
¿Cómo no caer en ellas? ¿De qué manera distinguir cuando se trata de una ayuda o una tentación? Confía en ti, sigue el lenguaje de tu corazón que es lo que conocemos como Intuición, no dejes que entre la mente con su análisis o solo te confundirás y de igual forma terminarás desvíandote de tu meta, de lo que quieres, ten la capacidad de tomar riesgos, mientras más te detengas, mientras más dudes las tentaciones aparecerán con más frecuencia y cada vez más sublimes y engañosas, recuerda, la Intuición es tu guía, sé fiel a ti mismo.
Pero también, otra de las leyes naturales es que nacemos solos y morimos solos, e incluso, el propio camino por el mundo es individual, nadie puede sentir, hacer y experimentar por nadie, cada uno tiene su propio aprendizaje, su propio crecimiento y su propia evolución.
Cuando basamos lo que somos en otras personas o en las cosas que tenemos, entonces vamos perdiendo de vista lo más importante: a nosotros mismos.
Por creencias que han generado temores huimos de la soledad, la vemos como un gran monstruo de mil cabezas que se encuentra listo para atraparnos y no dejarnos ser felices, por ello es que pocas veces nos atrevemos a acercarnos a ella y profundizar en lo que verdaderamente puede darnos.
Tan solo entrando en nuestra soledad podemos encontrarnos con quienes somos, llenarnos de nosotros con toda la esencia que poseemos y que hemos olvidado por formar una personalidad; una vez que estamos llenos de nosotros mismos, que sabemos a dónde vamos, qué queremos y quiénes somos, entonces podremos continuar en el mundo dando lo mejor que tenemos.
No habrá más soledad porque aún en los momentos y etapas a solas nos sentiremos plenos, más tampoco habrá relaciones enfermas ni necesitaremos de acumular cosas que no sirvan para llenarnos de algo o sentirnos acompañados, ahora estaremos en relaciones sanas en dónde no existe la dependencia y lo que obtengamos en cuestión material será aquello que deseamos en realidad.
Recuerdo haber llegado a un mundo claro, transparente, grandioso y lleno de misterio.
En algún momento la luz se fue haciendo más y más tenue hasta que mis pasos fueron en la oscuridad, caminando a tientas, siguiendo tan solo el sonido de las voces de otros que como yo, caminaban en círculos, cada uno siguiendo a los otros, haciendo lo que otros, vueltas y vueltas.
Todo en mi se había convertido en un igual a lo demás pero tan solo en el exterior, aprendí a actuar como todos pero nunca sentí ser como otros, me llené de dudas, creencias y prejuicios que literalmente vendaron mis ojos y la oscuridad fue más intensa.
Caminamos igual, usamos lo mismo, como robots condenados al óxido del olvido, con nuestra mente computarizando todo, analizando y sacando datos hasta de lo más sencillo y simple... tan iguales y tan separados.
Aprendí a competir por ser alguien y alguien solo se define como el mejor, más no había visión ni claridad, no había en que ser mejor, tan solo había que serlo, sin más, eso decían las voces, a eso ibamos todos en nuestras vueltas y vueltas.
Caí muchas veces como todos los demás, cada vez más pesado, cada ocasión con mayor trabajo al levantarme, algunos otros no se volvieron a levantar y se convirtieron en carga para algunos o en estorbo de otros, por más trabajo que costara yo no quise ser eso.
Un día caí profundamente, hasta el fondo y en mi desesperación quise arrastrar a muchos, más de pronto recordé una voz profunda, potente, poderosa que con dulzura exclamaba: "Hágase la Luz".
La venda de mis ojos cayó, la vida se iluminó, el camino estaba tan solo unos pasos adelante, ya no más círculos ni voces que me ataran a las vueltas, ahora podía caminar hacia otros sitios; como pude me levanté y entonces encontre una fuerza que no conocía, algo o alguien me ayudaba en ello, me sostenía para luego impulsarme a casi correr al nuevo camino.
Mi sorpresa fue mayor cuando ví que no era el único, que somos muchos los que vamos encendiendo la Luz para salir de lo mismo y comenzar en lo nuevo, cada vez más y más.
Hoy el mundo está claro, la Luz se ha encendido.
